Creado por @SandraEsquivel
Amor por la lectura. Cuento adaptado del escritor chileno, Mario Sánchez Bustos
Sebastián era un niño que no sabÃa leer ni escribir. Le regalaban cuentos y revistas y no entendÃa lo que éstas decÃan, razón por la cual no las podÃa disfrutar y se entristecÃa.
Un dÃa, sebastián se enamoró de una bella niña, y recibió con gran alegrÃa una carta de parte de ella, se la entregó un simpático ratoncito de color dorado, pero la carta era mágica, nadie podÃa leerla, sólo Sebastián podia hacerlo. ¿Pero cómo leerla sino sabÃa leer? Antes de irse, el ratoncillo le dijo que cuando la leyera, tendrÃa un mensaje y un premio especial.
Como Sebastián estaba enamorado y era muy curioso, no vivÃa tranquilo pensando en la carta y se puso a estudiar con todas sus ganas. HacÃa preguntas al profesor. En las noches juntaba las letras y le leÃa a su papá. Miraba carteles en la calle, en los supermercados y sólo pensaba en aprender a leer.
En su cuarto pegó un abecedario y lo miraba todas las noches antes de rezar y dormir.
Durante la cena juntaba las letras de la sopa. En horas libre moldeaba vocales en plastilina. Recortaba sÃlabas y las pegaba armando palabras.
Cantaba canciones que daban ejemplos de cómo se escribÃan palabras con las letras del abecedario.
Todo lo hacÃa por leer algún dÃa la carta de la niña de sus sueños y que guardaba en su corazón. Un dÃa, Sebastián y su clase viajaban en un tren a visitar un museo. El tren se detuvo con las puertas cerradas y no se podÃan bajar, lo que causó pánico en los niños y el llanto de la niña que a nuestro amigo tanto le gustaba.
Fue entonces cuando Sebastián miró un letrero del tren que tenÃa las instrucciones para abrir la puerta. Se puso a leerlas y trató de comprender lo que allà decÃa, y después de un rato, suguió las indicaciones y abrió la puerta. ¡Los niños bajaron tranquilos y felices!
¡Gracias Sebastián! ? le dijo la niña de sus sueños, y le dio un beso. Sebastián le respondió que no fue nada. Que sólo siguió las instrucciones que leyó en el aviso de emergencia. ¿Ya sabes leer Sebastián? ? preguntó la niña ? ¡Entonces puedes leer mi carta!
Sebastián sorprendido descubrió que ya podÃa leer. Sacó la carta que siempre llevaba consigo y se puso a leerla, y más grande fue su sorpresa al ver lo que decÃa: ?Sebastián, cuando sepas leer sabrás que te quiero y cuando grande seré tu novia?.
Al pasar de los años Sebastián siguió leyendo tanto, que fue el mejor lector del paÃs. LeÃa tan lindo que llegó a ser un gran locutor. El más escuchado en todas las emisoras de la radio. LeÃa noticias. TenÃa un programa en el que leÃa poemas de un antiguo profesor, y dedicaba canciones de amor a la niña que un dÃa le entregó su corazón y le ayudó a aprender a leer.
Y colorÃn colorado, un ratoncito dorado lleva la cola de una hermosa novia, que con sebastián se ha casado. FIN